LECCIÓN 4: HISTORIA
Para comenzar, quiero que imaginemos algunas circunstancias:
Cuando terminamos un examen en la escuela, ¿cómo nos sentimos? ¿estamos tranquilos? ¿por qué?
A aquellos que les gustan los deportes y juegan fútbol, ¿qué sentirán antes de jugar un partido?
La ciudad de México es muy grande y habitan muchas personas en ella. Imagina que alguien se pierde ahí, pero cuenta con un mapa, está cerca de una estación de metro y ve un edificio conocido. ¡Qué tranquilidad que cuente con estas cosas!
En estos ejemplos que vimos...
Cuando no hay esperanza o mejor dicho, cuando no estudiamos, tenemos miedo del resultado que obtendremos en el examen.
Cuando sí hay esperanza porque se jugará con rivales conocidos de encuentros anteriores nos emocionamos, porque sabemos que podemos ganar.
Dios en su palabra nos dice que las riquezas son inciertas, pero nos dice que nuestra ESPERANZA debe estar puesta en el DIOS VIVO, que nos da todas las cosas en abundancia.
Nuestra ESPERANZA debe estar puesta en Dios, y al ser así veremos estos resultados en nuestra vida:
TRANQUILIDAD
(Ya que nada malo nos sucederá)
EMOCIÓN
(Porque un día vamos a verle)
SEGURIDAD
(Porque anda a nuestro lado en todo momento)
Tenemos la ESPERANZA de verle un día cuando vuelva por nosotros y gocemos de una eternidad a su lado. El Señor Jesús se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de nuestro pecado y de todo aquello que nos aleja de Dios muriendo en una cruz, espera que nosotros le entreguemos nuestra vida y se la rindamos solo a ÉL.
Hay muchas promesas escritas en la Palabra de Dios para nosotros, mantengamos nuestra ESPERANZA y confianza en ÉL, de que esas promesas serán manifestadas en nuestra vida.
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