LECCIÓN 4: LA VERDAD

La lección de este día la puedes encontrar en el libro de:

Lucas 17:11-19

Si no tienes tu Biblia a la mano te dejamos la historia por aquí:

El Señor Jesús se dirigía a Jerusalén, pasando entre Samaria y Galilea.

Cuando entró en una aldea, salieron a su encuentro diez hombres que estaban enfermos de lepra. Estos hombres se quedaron un poco lejos del Señor Jesús y le gritaron: ¡Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros y sánanos!

El Señor Jesús los vio y les dijo que fueran a mostrarse a los sacerdotes.

Mientras estos hombres iban, fueron limpiados y sanados.

Uno de aquellos hombres, al verse sano, regresó y glorificó a Dios. Cuando llegó ante el Señor Jesús, se arrodilló y le dio las gracias, aunque este hombre era samaritano.

Cuando el Señor Jesús vio esto, preguntó a sus discípulos en dónde estaban los otros nueve que habían sido limpiados, ya que solamente ese extranjero había vuelto para dar la gloria a Dios.

Luego, el Señor le dijo a aquel hombre: ¡Levántate y vete! Tu fe te ha salvado.

En la historia de hoy, de los diez leprosos sólo uno volvió y dio gloria a Dios. Los otros nueve, ¿a quién o a qué atribuyeron su sanidad?

Así como el Señor llevó mis enfermedades, me pide que lleve su yugo:

"Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga".

Él llevó la carga de los pecados a esa cruz y murió por todos derramando su sangre en aquel madero, pero... ¿Tú ya aceptaste ser limpiado por esa sangre?