LECCIÓN 2: HISTORIA

En esta lección vamos a ver cinco historias resumidas para que las puedas entender fácilmente, en las cuales verás claros ejemplos de la FE:



La primer historia está en Mateo 8:5-13
 Leemos de un centurión, es decir de un soldado con un  cargo importante en la milicia, y también de una persona que daba órdenes a los demás soldados que estaban a su cargo. 




Este soldado vino al Señor Jesús a pedirle que sanara a su criado porque estaba paralítico y muy enfermo. El Señor Jesús le contestó que iría a sanarlo, pero el centurión dijo que él no era digno para que el Señor Jesús entrase en su casa.
 El centurión tenía una gran FE, y le dijo al Señor Jesús: "Solamente dí la palabra y mi criado sanará".
El centurión mencionó que así como él tiene hombres a quienes les da órdenes y las cumplen, así el Señor Jesús tenía la autoridad y el poder para sanar a su criado con una sola palabra. 


El Señor Jesús reconoció su gran FE, que dijo: "Ni aun en Israel he hallado tanta fe", luego le dijo que como había creído, así le fuera hecho y su criado fue sanado en ese momento.




La segunda historia se encuentra en Mateo 15:21-31
Aquí, una mujer clamaba al Señor Jesús para que tuviera misericordia de ella y sanara a su hija que era atormentada por un demonio. Luego ella vino y se postró ante él diciendo: "Señor, socórreme". En la plática que tuvieron esta mujer y el Señor Jesús, él le dijo a ella que había sido enviado a ayudar a su pueblo Israel, que eran como ovejas perdidas, y le mencionó una frase muy interesante:
"No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos", a lo que ella contestó que aun los perrillos comen de las sobras que caen de la mesa de sus dueños. El Señor Jesús quiso decirle que él venía a ayudar a Israel, y que no estaba bien dejarlos a ellos para atender a personas que no pertenecían al pueblo de Israel, ella le contestó de una forma en la cual demostró su gran FE, a pesar de ser una mujer cananea.
El Señor Jesús le dijo que su FE era grande y que se hiciera como ella quisiera. De esta forma su hija fue sanada en ese momento. 


En esta misma lectura vemos que el Señor Jesús vino cerca del mar de Galilea y al sentarse mucha gente enferma venía a él para que los sanase. Y al ver todos esto glorificaban a Dios.




Esta tercer historia se encuentra en Marcos 10:46-52
En la Palabra de Dios nos dice que el Señor Jesús vino a Jericó, y allí había un ciego llamado Bartimeo que escuchó que Jesús estaba ahí, entonces comenzó a clamar pidiéndole al Señor Jesús que tuviese misericordia de él. 
El Señor Jesús lo oyó y se detuvo, luego mandaron a llamar al ciego, y él dejando lo que tenía, o sea su capa, la arrojó, se levantó y vino al Señor Jesús, él le preguntó qué quería que le hiciera, a lo que el ciego le dijo: "Maestro, que recupere la vista".


El Señor le dijo: "Vete, tu fe te ha salvado", y en ese momento recuperó la vista.





Esta cuarta historia se encuentra en Lucas 5:17-26
Cierto día, el Señor Jesús estaba enseñando, y vinieron unos hombres que traían a un hombre paralítico en un lecho para que el Señor Jesús lo sanara. 


 Ellos querían llevarlo dentro de donde estaba Jesús, pero no podían porque había mucha gente. Entonces lo subieron encima de la casa y lo bajaron por el tejado poniéndolo delante del Señor Jesús.
Cuando el Señor Jesús vio la fe de aquellos hombres le dijo al paralítico: "Hombre tus pecados te son perdonados".
Los escribas y fariseos allí presentes decían que quién se creía para perdonar pecados, ya que el único que podía hacer eso, era solo Dios.
 El Señor Jesús sabía lo que ellos pensaban y decían, entonces les dijo que el Hijo del Hombre tiene potestad para perdonar pecados, luego al paralítico le dijo: "Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa".
Al instante, el paralítico se levantó y se fue a su casa glorificando a Dios.




La quinta y última historia se encuentra en Hechos 27:21-44
En esta historia vemos a un personaje muy conocido, a Pablo. Aquí Pablo se encontraba preso, y se dirigía a Roma junto con otros presos en un barco. Hubo una fuerte tempestad en el mar que no les permitía navegar, todos tenían miedo y creían que morirían.


  Pablo les dijo que esa noche había estado con él, el ángel del Dios a quien servía y le había dicho que ninguna vida se perdería. Luego les dio ánimo a todos y mencionó lo siguiente:
"Porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho".
La historia es larga, aún continua, si quieres puedes leerla completa, pero lo importante a resaltar, es que Dios cuidó de todos ellos y se hizo como se le había dicho a Pablo.




La FE:

Sabe a QUIÉN LE PIDE: Por eso insiste como lo hizo la mujer cananea para que su hija fuera sanada.

Sabe del PODER de AQUEL EN QUIEN CONFÍA Y NO ESTIMA ESFUERZOS: Como los amigos del paralítico que hicieron todo lo posible para llevar a su amigo ante el Señor Jesús, pues sabían que él podía sanarlo.

Sabe de la AUTORIDAD de AQUEL A QUIEN ACUDE: Por eso solicita como el centurión, confiando en la autoridad y poder del Señor Jesús.

Sabe que DIOS DARÁ en ABUNDANCIA: Por eso lo deja todo para seguirle, así como Bartimeo dejó todo y fue hacía Jesús.

Sabe que DIOS CUMPLE: Por eso actúa como si ya tuviese lo prometido en mano, como Pablo confiaba en que como Dios había dicho, sería hecho.


LA FE SIN OBRAS ESTÁ MUERTA. EN ESTA LECCIÓN VIMOS QUE QUIEN TUVO FE, HIZO ALGO.
LA FE PRIMERO, LA ACCIÓN DESPUÉS.




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